10/28/2010

Dulces tinieblas




Dulces tinieblas

Por estas fechas, previas al comienzo del mes de noviembre, mi padre me miraba y me hacía un gesto/guiño ¿Tocará este año? Todo con la boca pequeña y desde lejos. Me comentaba. "Ya llega lo peor, toda mi familia se va en invierno. De noviembre a Semana Santa, hijo son las tinieblas. Tenemos que estar preparados".

Dan comienzo las tinieblas, tiempo de uvas secando, nueces, castañas, frío, garbanzos, sepulturas abiertas, catarros, camas, palanganas, ungüentos, bolsa de agua caliente. Recogimiento.

Muchas miradas tras los visillos ¡Cualquiera sale! Siestas con mantas, cristales empañados. Ya vendrá el buen tiempo, y la Pascua, varas floreadas y toques de Diana.
Pero ahora es noviembre y la tierra quiere más, necesita recuperarse después de las cosechas. Está hambrienta. Zanjas que se abren para recibir.

Solíamos cenar como un día normal el día previo a los Difuntos. Rezábamos el Rosario. Y era tradición ver El tenorio, de Zorrilla. Mi padre como si fuera Manolo Gómez-Bur recitaba engolado los versos de Zorrilla:

No me causan pavor
Vuestros semblantes esquivos
Jamás, ni muertos ni vivos, humillaréis mi valor
Yo soy vuestro matador
Como al mundo es bien notorio;
Si en vuestro alcázar mortuorio
Me aprestáis venganza fiera
Daos prisa: aquí os espera
Otra vez Don Juan Tenorio


Pasó la distracción, llegó la hora de meterse en la cama, estoy solo, vuelta y otra más. Sudaba, me tapaba y llamaba a Rodas (el perro) para que mitigara mi temor a no se qué... No cerremos la puertas con brusquedad no vaya a ser que lastimemos a algún ánima que pasase por allí…. ¡Joder que miedo, quiero dormir! Todo disimulo.

Con los años, he aprendido a disfrutar estos días. He pasado del terror y el miedo que me daba el día de los Difuntos a disfrutar yendo al cementerio y ver a los míos... Le pido a San Atilano (patrón del Campo Santo de Zamora) que cuando llegue el momento, y mejor tarde que pronto, me acoja con sus brazos.

Sí, es época de trasiego, de gitanos con devoción y decoración de fiesta grandes. Gente con flores, escobas, ceras, bayetas, agua va y agua viene. De miradas, de paseos por sus calles. Ente oración y oración. Comentarios. "Qué cerca están éstos, con lo mal que se llevaban… como se levante y vea…". Risas. "Vamos a ver a fulano, lo pasó de mal. Menudo funeral, fue todo el mundo. Esta pobre, murió sola. Mi tía, una santa, está incorrupta, me lo dijo el sepulturero". En nuestros paseos humeantes de niebla conversamos con ellos, con “los otros”. Golpes en las sepulturas. Santa Clara se traslada, somos respetuosos con las almas de los antepasados.

Son los días de las ánimas, Demos una oración por su salvación. Que dejen de penar y ganen la Gloria eterna. Siempre nos ayudan. Hay que convivir con ellos. Nada es por casualidad, aunque a veces acojonan. Estoy tranquilo. De verdad son nuestros. Nos siguen ayudando y marcando el camino. Creo, que están conmigo. Si me lo dicen hace años no lo creo y salgo corriendo.

Como buena fiesta, no pueden faltar las velas y el dulce… lamparillas de aceite, para celebrar la salida del purgatorio, por cada difunto una. ¡Otro santo más! y más ayuda.
Buñuelos y huesos para endulzar el adiós de los nuestros. Por cada difunto un hueso o un buñuelo. No olvidemos poner un poco de agua que no debemos tocar para que los muertos puedan beber cuando pasen. Camino de la Gloria.

Dura es la separación. Llanto y dolor siempre. Agotamos lágrimas. Ahora alumbremos y endulcemos el adiós, pues ya viven y es camino que recorrer.

10/21/2010

Urbanidad, Capítulo primero de la buena educación




Hoy retomo y aprendo cuestiones básicas de nuestros comportamientos. Creo que siempre hay dos claves para una mejor convivencia.: Uno ser bueno y otra la naturalidad. Estas son las bases par un buen equilibrio. Cuando caminamos por arriba o por abajo de estas variables podemos caer en la zafiedad o la cursilería. Siempre están ahí, casi pegadas, a veces suben en nuestra maleta sin darnos cuenta. ¿Quien no tomo garbanzo negro?

La urbanidad esta íntimamente ligada con el corazón y se demuestra con la simpatía, con la deferencia hacia los demás, no cuesta y es tan grande su repercusión. A veces tenemos que esforzarnos, nos lo ponen muy difícil, pero podemos y debemos. ¿Que necesidad tenemos de ofender o de ser antipáticos?, ninguna. Denota en nosotros buen corazón, buen carácter. Nunca debe ser exagerada pues enseguida pisamos la línea de lo retorcido y lo impropio.

No hay carácter, persona, jefe, tapia, puerta, muralla, Sol y Luna que no se rinda ante un buen corazón.

Con la urbanidad se logran relaciones útiles y provechosas, pero siempre y cuando estén basadas en amistad y simpatía verdadera. Se es amable y cortés cuando uno es bueno. Los caminos son largos. Un proceder correcto y cortés para y/o hacia los demás se ve. La práctica del bien sin esperar nada a cambio es muy gratificante, es un sólido comienzo de amistad. No importa ideologías, creencias, inquietudes. Importa el respeto por los demás. “Dar el sitio y la distancia, el duende lo ponen los ángeles y los buenos toreros.

Cuando una acción/relación es interesada en lo personal y en lo profesional puede colar una vez, dos también, pero la cuarta es una vuelta sin retorno. Ya Nada será tu apellido y serás aborrecido por la sociedad rápidamente. Enseguida se sabe, quien es el huidizo, el escaqueado, el jeta, el que paga, el que no paga, el que mete y no saca, el que fuma sin pasar por estanco, el toma copas por la cara. (No os engañéis, he puesto muchas copas, nunca se me olvida lo que bebían y lo que me debían cada uno de los clientes), el que siempre coge lo mejor, el listo, el que nunca piensa en los demás, el amigo que conoce… a nadie, el yo te hago….nada, el que sale en la foto, la ultima voz…… tarda, pero al final se sabe y le acompaña siempre y es un lastre.

Se es amble y cortés cuando uno es bueno. Es difícil. Hay que vencer, pereza, timidez, prejuicios, juicios de valor. Siempre hay que tener una mano tendida hacia los demás. Y hacia la libertad de libre pensamiento. Escuchar es fantástico y que te respeten la leche…

No se ha de llevar la urbanidad hasta la exageración en el día a día. Un soplo de aire fresco y no tan fresco tiene que entrar en nuestras vidas.
Siempre mejor cuanto más simple y claro. Lo que no deja sabor, ni amargo ni dulce, todavía mejor. No olvidemos que, unos somos pecadores y otros imperfectos.

¡Qué aburrido! no tener sorpresas, vivir en Excel. Me muero sólo de pensar que mi vida esta planificada, (O no, depende del día, de mi estado...) ser lineal, perfecto y generoso es una utopía para mí, es camino.

Intento mostrarme tal cual me veis, pero pongo de mi parte. Tengo que crecer y respetar a prójimo. A veces lo logro con mis silencios. .. Me da tiempo, analizar, sintetizar reflexionar y aquí mi ángel guardián me da ideas, Nunca falla. Mi soberbia si.

El fruto de la buena urbanidad esta en las buenas maneras y éstas son las raíces de la buena educación. y respeto.

10/06/2010

Disfruta y feliz Pascua


Desde el mes pasado estoy ansioso (dos día tuve que tomar Lexatin) cuando en la revista AD anunciaron que en el próximo número tendríamos un reportaje de la casa Pascua Ortega (PO). La conocía por otras publicaciones, pero seguro que algo encontraría nuevo.
Ya había visto/leído muchas casas y hoteles en revistas. Siempre coincido: es único y genial. Abro las revistas, las leo, las releo, las vuelvo a mirar, tiro de biblioteca y vuelvo a disfrutar con sus creaciones.
Es la primera figura, es jugar sobre seguro, ganar siempre. La máxima expresión de la elegancia. Quien haya seguido su trayectoria observa y encuentra algo que lo define y distingue. Yo que soy aficionado y estoy enganchado al interiorismo, siempre encuentro “un algo”…. sus molduras, sus techos, telas, sus colores…. Nunca son iguales. Todo es distinto pero tiene un denominador común, no se cuál es, pero existe. Sus casas tan distintas. Huyen de la de mediocridad en todas sus vertientes. Se alejan de lo convencional, pero nunca resulta estrambótico, es siempre calido y cómodo. Invita a quedarse.
Deambula por la arista, ésa que separa el exceso de la nada. Lo hace sin complejos, sin multiplicar el éxito alcanzado en un proyecto. No habría genio, sería estadística, bien por cinco, cinco bien… Él no es así, estaría fantástico, pero no sería genial.
Él es el artífice de que muchos Paradores se quitaran la caspa de Tizonas de Toledo, bargueños de medio pelo y armadura con poca historia y se adaptaran con toda sus historia a los nuevos tiempos. Creo que su secreto debe ser la suma de imaginación, ilusión y respeto al carácter del cliente y el medio.
No descarta nada: antigüedades de alta época, elementos rústicos, cerámica popular, colores, distribución de los espacios. Combina lo moderno con magisterio y siempre con una iluminación tocada por los dioses.
Diré más; es confort, es calidad, es elegancia, es didáctico, es maestro, dinámico, aristocrático, es vida, movimiento, relax, excepcional, revolución, es tuyo, de aquí, nuestro y puedes pasar una aspiradora y limpiar el polvo.
Creo que es el artífice de la evolución de interiorismo en España, el responsable de que muchos nos fijemos como aficionados en sus creaciones y movamos los muebles de nuestras casas, buscando ese toque que nunca llega, porque no somos PO, pero lo intentamos.
Nuestros hijos deberían tener un capitulo dentro de historia del arte que se llamara Pascua Ortega. Que les cayera en los exámenes siempre. Mejor sería nuestro entorno. Tendríamos menos vistas a psicólogos, a psiquiatras. Muchas veces nuestras casas son la raíz de nuestra locura. Mi terapeuta me recetó Gin-Tonic, sillón, Isabel Luna, Julio, Raphael, y hojear revistas/libros que hablen de Pascua Ortega. Siempre da serenidad.