4/06/2011

Románico y modernismo de negro y de morado


Abril se abre paso. Trae luz, calor y diversión. Pilas, energías, churros y caballitos para los niños. Nos retroalimentamos, sacamos de donde no hay. Nos lavamos la cara. La imagen vale, utilizaremos lo que haga falta. Tenemos que estar en la olla. Y ser elegidos como primer plato de un menú abundante y variado con la minuta bilingüe. Difícil, pero hoy es lo que toca. Estar preparados para la fiesta.

De momento, me he cortado el pelo y tendré que actualizar todo. ¿Quién sabe? ¿quién puede requerir mis servicios? El panorama, que va del gris plomizo al negro intenso, se acabó. Soy otro nuevo, la temporada del negro mente está pasada. Toca rojo, prendas morbosas (dentro del recato…) energía y buenas vibraciones. Las prohibiciones, las lluvias y los olvidos que nos hacían desesperar se esfuman como pitillos. ¡Adiós al mal humor!

Bienvenida la copa de buen vino. No me gusta perder el tiempo, después de dos semanas en el suelo, sólo los desvelos de Olga y las caras de mis hijas me han sacado del catafalco en el que me encontraba. Ya estoy deseando pasar buenos ratos de relax, y así poder sobrellevar tanto trabajo “tan interesante”, “partir de cero”, “fantástico” y todo nuevo…, con el que me encuentro y que seguramente me resultará fantástico. ¡Qué bien se opina de lo ajeno!

Estos “last weekend” los hemos pasado estupendamente, de lo mejor. Con ayuda, pero bien. Preferí como siempre, volverme el lunes por la mañana por miedo a las caravanas y, lo más importante, para seguir viendo el motor de mi vida: mis hijas. La verdad, es que no sé como he podido tardar tantos años… Es el acierto de mi vida, es mi lotería…. ¡No me extraña que mis padres tuvieran ocho!, y eso que siempre es mucho sacrificio. Pero con un gran retorno de inversión, mucho tráfico de amor y cariño. Cuando algo no va… miro la cara de Elisa con sus gafitas, sus ojos, su sonrisa, su lazo… se me caen los lagrimones. Y Teresa, no por última, no menos querida. Risas, agua, agua, eto, eto… tan insistente como el padre. Con carácter, despierta, y con ganas de salir, es animadísima, todo por el aire, da sus primeros pasos y paseos… y su padre locura por ellas.

Recupero mi sentido del humor, mis apetencias (algunas no me fallan), tengo objetivos para el verano; todavía me sobraban 10 kilos… la Costa del Sol me espera un año más y mucho más simpático me plantaré (D.M.) este verano, antes la Semana Santa.

Los tiempos cambian y evolucionan y nosotros nos tenemos que adaptar con la mejor de nuestras sonrisas… aunque quizás tenga que acudir a mis conjuros y hechizos. Para las envidias, para evitar discusiones en el trabajo, para atraer, para las pesadillas…. Si lo hago,¡Ya! Prepararé un saquito ceremonial de color azul, el color de la mente. Meteré en él la menta (el verde da paz) y por cada persona que me altere: una hoja. Lo cerraré casi deforma hermética y gritaré: ¡¡¡Conjuro estas hierbas para que me proporcionen armonía y para que encuentre paz, nombro a la persona(s) cabrona(s) y saquito a la ventana toda la noche y luego a la oficina. Mano de santo.

Pero, de verdad, cuando se armará buena será esta Semana Santa. Lo voy a dar todo. Sacrificio, penitencia, nunca reñida con la diversión y el tronío, es más, siempre está ligado. Haremos aparición en las procesiones con todo el recogimiento y fervor necesarios. Ayuda y caminos nos enseñarán. Procuraré ser y estar en el lugar oportuno y con el trabajo listo. Tendremos que esperar acontecimientos y el terno de pantalón negro y camisa blanca… no faltará detalle.

¡Qué mañanas de Jueves Santo más estupenda por las calles de Zamora! Peinetas, vinito, caperuces verdes, cervecita, reencuentros. Miradas. Bandas de música, gafas de sol… glamour Zamorano. Los de aquí y los de allí tomamos la calle. El escenario inmejorable, románico y modernismo, de negro y de morado ¡Bravísimo!… Nos vemos

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