7/14/2011

Los museos y el más allá


Es de agradecer que con el buen tiempo puedas saborear, a la vez, un buen vino y un tapiz de Amberes, siempre y cuando las humedades no han hecho mella… Tendría que ser así siempre. Abrir puertas, ventanas y negocios a los nuevos tiempos. Los museos deben crear una línea de negocio nueva. La sociedad lo demanda. Estamos hartos de los mismos sitios. Imagino poder alquilar mediante contrato un lienzo, una escultura, un retablo… para una cena, una fiesta o una orgía. ¡Magnífico!

– Buenos días. Museo Herreriano, le atiende Atilano, departamento de alquiler de obras–. Buen negocio ¿verdad? Creo que es una forma estupenda de abrir nuestras reservas culturales, tesoros, pinturas, recuerdos, curiosidades... –Traigo su Canaletto para la cena. Mañana lo recogemos. Por favor, no me tire la caja y no me fumen mucho que coge olor–.
Aplaudo las ideas que desde hace varias temporadas, y con una visión estupenda, desarrolla el Museo Thyssen-Bornemisza en verano. Retrasar la hora de cierre, una terraza y estupendas presentaciones guiadas. Sólo faltan las celebraciones familiares. Será lo próximo. Una vez que se dé el primer paso será un no parar y romperemos con el concepto habitual de este tipo de actos, en lo que a alojamiento y estética se refiere. El primero que “caiga en sus redes” conseguirá un éxito seguro. No hay nada que resulte más alentador que llegar a un museo y sentir que formas parte de él. Esa sensación es la de pertenecer a lo sublime y más exquisito. Tú lo eres en ese momento, compartirlo puede ser fácil. Sólo nos falta que todos los museos se presten a ello y nos ofrezcan esta nueva oferta cultural y social.

Por ejemplo, celebrar un acto familiar rodeado de pasos de Semana Santa y con menús en sintonía: sopa de ajo, cordero pascual, aceitadas y torrijas…. Sería….Pintoresco. Y como hilo musical…. “Dolor de Madre”. No me digáis que más de uno no se apuntaría. Ya imagino a la sociedad local, ésa que se dedica a hablar de las venturas y desventuras del corazón de los demás rasgándose las vestiduras. Olvidándose de lo que tienen en casa. Y los nombres de las mesas….

Empiezo y no termino:
Mesa 1. La Verónica.
Mesa 2. La oración del huerto.

Podemos ir “más allá”: un pequeño almacén de búcaros y urnas funerarias. Una sección que formara parte del museo. Los fanáticos nos quedamos como amigos del museo y asociaciones colaboradoras. ¿Quién no conoce acérrimos seguidores de todo? Del Betis, del ejército, de… dispuestos a pagar por esos servicios y descansar eternamente y en paz con lo más amado en la vida terrenal. Encima ayudan al mantenimiento.
No es el primer caso que oigo y veo que tienen la cenizas de un ser querido u odiado en casa. Pues, por un poquito al lado de las Meninas… y cada primero de noviembre a visitar a los seres queridos pasando por caja.

Falta camino por recorrer. Pero, llega ya, ahora o pronto. Advierto: será el escenario ideal para adulterios, romances apasionados, recuerdos imborrables, fantasías frustradas. Para algunos lo más. Deshacerte a besos tras los cortinajes del Museo Lázaro Galiano. Soñad, que pronto es realidad.

Y al final, en vez de la enhorabuena y buenaventuras del “maître” o del director del hotel que fueran la duquesa de Alba, la baronesa Thyssen (Autenticas profesionales. Siempre amables, educadas, nunca se agobian por las fotos ni por los autógrafos, a pesar de llevar una agenda apretadísima.), incluso Tamara Falcó junto a su novio Tomasso Mussini quienes nos brindaran las bendiciones, enhorabuenas y la despedida. Claro está, bajo un contrato de imagen, que lo mismo te deja colgado. Todo, con una sencillez rompedora y como si estuvieran por casualidad. Brotarían los murmullos y frases tan manidas como…. "Es sencillísima, muy de andar por casa, éramos muy pocos, mucho mejor en persona, ¿cómo fue?"...

Los museos deberán incluir un apartado de actividades sociales con unos objetivos estratégicos. Crear nuevas experiencias de calidad para los visitantes, fidelizar el público ya existente y los nuevos vendrán solos. No me diréis que el escenario no puede ser más folclórico. Yo estoy saliendo a pedir cita al museo Museo Catedralicio de Zamora para cenar unas croquetitas con los tapices.