9/22/2011

Duquesa, sí quiero



Existe o tenemos la costumbre de que la mayor parte de las bodas se celebraban en primavera y verano y no es para menos. Es gloria bendita lo que se ve por la calle. Colores e ilusiones todos. Las calles son tomadas por petardos, tracas y demás algarabías.

Vestimos con sentimiento y emoción. Desde las poliamidas revestidas de deslumbrantes brillos, hasta las buenas alpacas y los fructíferos nailon y como no, las buenas sedas… Queremos nuestro mejor aspecto, que van desde lo más elegantes (generalmente pasan sin llamar para la mayoría) a lo más preciado del low cost, el pret a porter de luxe, el sotogrande de perlón y todo lo que queramos ¡Estamos de boda! Que no se quejen los anfitriones por las vestimentas algo casuales.

Las rúas de Zamora son un hervidero de jóvenes “young looking” alzadas sobre inmensas plataformas y tacones. Es todo exceso y juventud. Balcones de inocencia abiertos para todos. Hay que darlo todo. Es la ocasión y seda sobre seda.

Ya sabéis que soy bastante observador. Creo que la gente confunde una boda con una fiesta. Una boda es un compromiso, es sensatez, es un consorcio de entrega libre y conlleva las amonestaciones públicas que hace la iglesia a fin de que, si alguien supiere algún impedimento, lo denuncie. Es decir, es un paso importante en nuestras vidas. No me extraña que muchos no lo intenten… te acojonas en un momento. Pero merece tanto la pena… y no sólo por olvidar el voto perpetuo de castidad.

Una fiesta es exceso, es tramoya, es diversión, es pasajero, es regocijo, es recreo, es chanza, broma, es efímero... es gente de todos los círculos sociales y de todo tipo alrededor de un buen vino, gin…Nuestra puesta en escena, por tanto, tiene que ser distinta, vestidos, trajes, adornos, aspecto, presentes, han de ser distintos y diferentes.

Me sorprendo con los trajes negros en los hombres. Plissss, que Amador sólo hay uno. Desechar ¡ya! Gris y azul siempre y en toda su gama, los azules, (las cosas raras para las fiestas) En verano, incluso veis, tostados y cremas para el hombre. Las corbatas… Parece que no es nada y es todo. Buena caída, el nudo ha de ser el adecuado para la ocasión y para la papada; Shelby, doble, Ascot y siempre el Windsor. ¡Ojo!, Las tendencias pasan rápidamente para las corbatas incluso en días y pasas de ser a parecer. Las camisa al gusto, eso sí, evita los cuellos con botones para lucir con corbata. No es el día, ¿no te parece?

Capítulo aparte son las gafas de sol de los señores en las bodas. Mejor estarían en la guantera del coche. Evitarás que te comparen con matones, poligoneros, guardaespaldas de la novia, escoltas de película de segunda. ¡Que miedo! y que inoportunas para estos actos. Déjalas para tomar el aperitivo el domingo. Mucho mejor. No son nada chic.

Los zapatos de cordones y negros son los más utilizados y los más clásicos, aunque últimamente toman fuerza las versiones italianas de “chúpamelapunta”, los pseudos serpiente. No. No están mal los que tienen antifaz, borlas, hebilla y otros modelos similares… que para el que le guste esta fenomenal, pero son poco formales. Eso sí, cálzate a gusto y no los estrenes ese día. Es espantoso estrenar zapatos en una boda (ellos).

Punto y aparte son las señoras. ¡¡¡Tachán, tachán….!!! Encajes acrílicos que no superan la prueba de fuego, riesgo de perecer achicharrada, drapeados romanos, largos por los pies y un poco más. Y con las manos recogiendo los laterales de los vestidos ante la inminente quiebra del equilibrio por ser auto-pisada…Hay que evitar los excesos, por ganas que se tengan de emular a Tania Doris, Norma Duval o cualquier vedette de éxito. Evita las lentejuelas, plumas y diseños más apropiados para fiestas. La última decisión está en su mano, ser atrevida, clásica, descarada, divertida, o numeraria... o una combinación de todas ellas. Es tú opción, hay normas fijas, apuesta por el buen gusto más que por la moda. La Fotografía puede traerte disgustos pasados los años.

Creí que la laca y los hiper cardados habían desaparecido. Esas melenas tiesas. Moños como merengues, caídas en cascada… Mucho mejor lavar y peinar. Olvídate de cosas raras que luego no te reconocen. Acariciar una melena con todo eso, puede ser terrible- Tener la sensación de una mano llena de pegamento y no saber que hacer puede arruinarlo todo. Di adiós a los tirabuzones, muéstrate lozana y andaluza:- si quieres. Te puedes llevar la sorpresa de algún zafio que te diga ¿Dónde te has metido? Que los hay.

Y sobre todo procura en los corrillos no comentar: ¿Será la definitiva? Nunca se sabe quien puede estar cerca. A pesar de lo mucho que sufro cuando veo los desfiles hacia las iglesias románicas, ¡me merece tanto la pena!… me gusta la gente, es la vida, son libros abiertos, es impresionante, y cuanto más estrambótico mejor. Ese soy yo, lo clásico y lo kitsch. Cayetana, estaré a punto para el 5 de octubre. Es mi día, la duquesa y yo tenemos a gala tres cosas: ser católicos, monárquicos y españoles, lo demás… aire.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El 5 tendrás algo más en común con Cayetana, además del kitsch, lo clásico, lo monarquico, lo español y lo católico y............. lo que te rondaré moreno. Celébralo.

Josué dijo...

Garcias¡ así lo haré si dios quiere en la SEVILLA DUCAL¡¡